Cuentan los ancianos que Wangelen lloraba de alegría y que sus lágrimas se transformaron en los ríos y lagos que alimentaron más tarde los mares y océanos, todos ellos bajo la protección del Ngenco (dueño del agua). Los ancestros dicen que de esta primera pareja de humanos descienden todos los mapuche. Y también nuestros hermanos y primos los animales, todos ellos creados tras el caminar de Wangelen. De allí nuestros hermosos nombres y apellidos, heredados desde hace siglos por linajes de cóndores (los manque), pumas (los pangui) y tigres (los nahuel), entre muchos otros. Por eso mapuche significa “Gente de la Tierra” y por eso Wallmapu es el nombre de nuestro territorio. ¿Quieres conocerlo? Acompaña a Javiera y Amankay en este viaje fascinante por nuestra historia y bellísima cultura. Un viaje hacia el hogar de los mapuche, los hijos del cosmos y de las estrellas.
Prólogo de Pedro Cayuqueo