Adaptación sencilla y valiosa: texto breve y rimado, junto con las ilustraciones geométricas y colores cálidos, hacen que sea fácil de entender para todas las edades.
Rescata la honestidad: enseña a los niños que sus opiniones honestas importan.
Humor en el texto: la ironía se utiliza para mostrar las consecuencias de la arrogancia, vanidad y mentira, dejando al descubierto la verdad al final.
Humor en las ilustraciones: las ilustraciones divertidas y expresivas hacen de este libro una experiencia alegre y ligera, sin perder su mensaje importante.
El traje nuevo del emperador es una adaptación corta y rimada del famoso cuento de Hans Christian Andersen, en el cual se narra el engaño de dos pícaros hacia un avaricioso emperador y se expone, de esta manera, lo lejos que puede llegar una mentira con tal de no aparentar ignorancia.
Las ilustraciones con patrones y texturas extravagantes logran caracterizar de maravilla al emperador como un personaje excéntrico y gracioso que todavía no encuentra el traje perfecto, por lo que es susceptible a la mentira de los pícaros que le prometen un majestuoso vestuario invisible que solo los tontos no pueden ver.
Al final, un niño es el único que huye de las presiones sociales y es capaz de hacerle notar al emperador la verdad: está desnudo frente a todo su pueblo. Con picardía y humor, esta historia enseña a no ser arrogante y a expresar abiertamente las opiniones, sin miedo a que estas sean distintas a las del resto.
Rescata la honestidad: enseña a los niños que sus opiniones honestas importan.
Humor en el texto: la ironía se utiliza para mostrar las consecuencias de la arrogancia, vanidad y mentira, dejando al descubierto la verdad al final.
Humor en las ilustraciones: las ilustraciones divertidas y expresivas hacen de este libro una experiencia alegre y ligera, sin perder su mensaje importante.
El traje nuevo del emperador es una adaptación corta y rimada del famoso cuento de Hans Christian Andersen, en el cual se narra el engaño de dos pícaros hacia un avaricioso emperador y se expone, de esta manera, lo lejos que puede llegar una mentira con tal de no aparentar ignorancia.
Las ilustraciones con patrones y texturas extravagantes logran caracterizar de maravilla al emperador como un personaje excéntrico y gracioso que todavía no encuentra el traje perfecto, por lo que es susceptible a la mentira de los pícaros que le prometen un majestuoso vestuario invisible que solo los tontos no pueden ver.
Al final, un niño es el único que huye de las presiones sociales y es capaz de hacerle notar al emperador la verdad: está desnudo frente a todo su pueblo. Con picardía y humor, esta historia enseña a no ser arrogante y a expresar abiertamente las opiniones, sin miedo a que estas sean distintas a las del resto.