El enorme Diplodocus era tan largo como tres autobuses. ¿Cómo lo sabemos? Porque se encontraron sus huesos fosilizados enterrados y los expertos reconstruyeron su esqueleto en un museo. El tricerátops era herbívoro. Comía hierba, hojas y frutas. ¿Y qué comían los bebés dinosaurios? Este hermoso libro ilustrado con solapas despertará la curiosidad de los más pequeños, ayudándolos a aprender sus primeras palabras.
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