Nefi está convencida de que no puede generar lluvia. Cree que nació sin talento y el resto de las nubes comentan que nunca podrá lograrlo. Con el apoyo de su amigo Omar y de los niños que leen la historia, se dará cuenta que con esfuerzo y práctica nada es imposible.
Este relato contrasta la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento, términos acuñados por la académica de la Universidad de Stanford, Carol Dweck. Nefi, la protagonista, claramente presenta una mentalidad fija, creyendo que no tiene talento y nunca va a cambiar. Omar, la cigüeña, la ayuda a entrenar y practicar para que Nefi vaya construyendo de a poco una mentalidad de crecimiento, donde el esfuerzo y la perseverancia son claves para lograr las metas.
A lo largo del cuento conocerás a la nube Nefi y a su gran amigo y entrenador Omar. Él tendrá una sola misión: lograr que Nefi crea en sí misma, y se esfuerce para poder llevar la lluvia a los ríos.
Omar inventará divertidos ejercicios para ayudar a su amiguita. Y los pequeños lectores también podrán ser parte de la solución, con un gran llamado a la acción. ¿Lo lograrán?
El libro es recomendado para niños y niñas a partir de los cuatro años de edad y busca potenciar la mentalidad de crecimiento. “Nefi representa la mentalidad fija y cree que ella es mala para hacer llover y los niños que tienen mentalidad fija evitan los desafíos y prefieren quedarse en su zona de confort, como Nefi cuando ella prefiere quedarse haciendo figuras en las nubes porque sabe que es algo en lo que ella está validada, que es algo para lo que es buena, pero no quiere intentar hacer llover. Está convencida de que es mala”, cuenta la autora.
Con esta metodología, Carol Neumann explica que las enseñanzas que deja la historia es que hay que perseverar y que los errores son bienvenidos. “Continuar a pesar de las dificultades y animar a los niños a asumir nuevos desafíos”, agrega.
Las ilustraciones estuvieron a cargo de Paulina Hoffmann, quien plasmó su característica estética, con colores alegres y divertidos, para dar forma a Nefi y sus amigos. “Mostrar las emociones es clave para que los niños empaticen con los personajes, sentir la frustración de Nefi o la energía de Omar. Eso es clave y que sean abrazables, que sean tiernos pero que tengan su personalidad”, comenta Paulina.
Un libro con una enseñanza muy importante que no puede faltar en la librería personal de los más pequeños de la casa